Todo empezó con un mail de Franco diciendo: «Hola!!! Como estas?
Este jueves 29 de Noviembre a las 21.00 hrs hacemos la última degustación del año.
Nos acompañan nuestros amigos del Club de Los Quesos para hacer un tapeo inolvidable, junto con los vinos de Bodega Lamadrid.
No te olvides de reservar tu mesa!».
Es tan fácil imaginarse que es Franco con cara de feliz cumpleaños el que te está invitando directamente!
Conclusión: teníamos que ir. Y si bien Cardales es un poco lejos, nunca es lejos cuando se trata de comer lo que Franco cocina. La cocina de Franco «parece» sencilla y simple, pero tiene un arte y una técnica increíble además de tener una intensidad de sabores pocas veces vista.
Marchamos medio tempranito porque sabíamos que desde la mañana estaba SOLD OUT. Así y todo, se presentó mucha gente sin reserva que se tiró el lance y el teléfono no paraba de sonar implorando por un lugar en el banquete.
Gran presagio de lo que iba a ser una gran noche (como todas en Chizza). El menú era un tapeo increíble con un broche de oro: spaghetti en la horma del parmesano.
El tapeo fue inmenso e intenso: empanadas de matambre im pre sio nan tes, empanadas de goutal (gouda más emmental); una tabla de fiambres con mortadela italiana, focaccia, jamón crudo cacio cavallo; ensalada asiática de lentejas, calabaza, queso con jengibre con aderezo de soja, oliva y salsa teriyaki; greek salad con bourgol y queso feta; cous cous con vegetales; parmesano, oliva y alcaparras; morrones, olivas, albahaca con aderezo a lo Franco y queso con ajo; langostinos con garbanzos fritos, queso crema y salsa de maracuyá; pimientos con queso de cabra; berenjenas parmiggiana, croquetas de papa y queso y dúo de tomates; brie a la plancha con mermelada de morrones, naranjas y cebolla; papas y cebollas gratinadas con provoleta.
Todo acompañado por vinos de alta gama de Lamadrid que la genia de Cecilia nos hizo conocer por suerte hace tiempo.
De postre un riquísimo helado de cuatro quesos con salsa de vino tinto y praliné de almendras.
Para los que nos quedamos hasta tarde hubo yapa de panqueques con dulce de leche. Increíble noche en un gran lugar, con un cocinero de lujo y una gran sommelier.
Chizza es un lugar donde no podés dejar de ir.