Toledo Bar de Tapas o El placer de saber que siempre vas a comer bien
Hace un tiempo ya que en Montevideo hay un par de locos pujando por imponer una cocina novedosa, distinta a la que están acostumbrados los uruguayos.
Ya hemos hablado de Martín Lavecchia de Foc y del recientemente abierto Autoría de Agustín Miranda. Ya llegará el turno de Estrecho con sus geniales Cali Diemarch y Jessica Cambell.
Pero hoy es el turno de Gastón Blundell y Franky Beramendi de Toledo Bar de Tapas.
Hemos ido varias veces y cada una de ellas nos ha vuelto a conquistar. Es un pequeño lugar en la Ciudad Vieja (donde antes estaba FOC), ambientado muy agradablemente, con una pequeña barra y cocina a la vista.
La carta es corta y cambia frecuentemente. Lo ideal es ir en grupo para poder probar todo el menú. Esta última vez fuimos 4 y comimos casi toda la carta. Además suelen tener 2 ó 3 platos del día.
El menú está armado de manera bastante particular, ya que indica el nombre del plato, los ingredientes, el gramaje de la porción, si es vegetariano o si tiene huevo o harina y cuál es su cocción.
Todos los platos en forma de pequeñas tapas, originales, sabrosas y con una técnica inmejorable.
Pedimos una causa de salmón que era plato del día, Sopa de moranga (exquisita, lástima que tenía jalapeño y se olvidaron de avisar, je je), Polenta con mozzarella, tartufata, cebollas caramelizadas y pesto (deli), tortilla de papas, huevos rotos con jamón crudo, huevo frito empanado con espuma de portobello (impresionante), pulpo a la plancha con papas, y un plato del día que consistía en picanha de cordero con variedad de maíces. De postre Torta húmeda de chocolate y Canutillos de maracuyá, que son mis preferidos y los pido siempre.
Tomamos De Martino Estate Reserva, un Cabernet Sauvignon chileno muy rico.
Comimos como los dioses y la pasamos muy bien. Qué más se puede pedir?