Una clásica parrilla reinventada según los códigos palermitanos, que tiene el éxito asegurado. Cambiaron radicalmente la decoración, logrando un ambiente elegante, relajado, amigable, romántico, que invita a quedarse. Y gluten free.
Qué más se puede pedir? Una carta corta, variada y sabrosa: pastas, carnes, ensaladas. Parrilla y horno de barro. Las pastas, los panes y los postres no delatan su falta de gluten. Así que los amantes del gluten pueden ir tranquilamente que no se van a sentir defraudados.
Los platos son generosos.
Pedimos unas croquetas de jamón para compartir, un risotto de hongos trufado, y una milanesa con verduras asadas.
Los 4 platos impecables y abundantes. Un exceso de comida.
A pesar de ello, pedimos la degustación de postres: macarrons, tarta frutal, helados y delicada patisserie, todo muy logrado.
Los precios del medio para arriba, pero sabiendo que se pueden compartir, quizás la ecuación cambia.
Tiene 20 y 30% de descuento con tarjetas Santander uruguayas.