Katz´s es parte de la historia de Nueva York. Pocos sitios tienen más años que Katz´s: 131 acaba de cumplir este mes de mayo (el Empire State, por ejemplo, sólo tiene 88).
Es además una historia que se saborea viva en sus sándwiches de pastrami, corned beef, pavo o de tortilla que siguen la misma receta desde 1888.
El sándwich de pastrami es un ICONO, como la estatua de la Libertad o el Brooklyn Bridge… pero también es un golazo de Messi el sándwich de corn beef con queso derretido, chucrut y salsa rusa. Todo acompañado con los pepinillos (pickles) de los dos tipos, más y menos agrio potato latkes: tortitas de patatas papas.
Preguntamos como hacían el pastrami. Y no es una ciencia pues según dicen la han posteado en su web y la comparten sin el egocentrismo de muchos chef –algunos de renombre- que te pasan la receta por la mitad!!
El pastrami no es más que carne de ternera en salmuera curada entre tres semanas y un mes, ahumada durante 48-72 horas (hasta que el exterior esté negro) y cocido en agua (sin que se consuma del todo) durante cuatro o cinco horas. ¿Último paso? Lo filetean (muy finito), colocan una enorme cantidad entre dos rebanadas de pan de centeno y cada uno le añade mostaza al gusto.
Seamos justos! Katz´s se hizo mundialmente famoso por el orgasmo fingido de Meg Ryan en Cuando Harry encontró a Sally (señalado en el restaurante con un cartel) pero antes de éso, ya era uno de los delis más concurridos: los neoyorquinos saben dónde está lo bueno y van una y otra vez. Y como dice su dueño: “Si Sally hubiera probado el pastrami, no habría tenido que fingir nada”.
💪Atienden todos los días mañana y noche entre 400 y 4.000 clientes diarios, y venden siete mil kilos de pastrami semanales. O al menos éso dicen!
💡Lo ideal es ir evitando entre semana las horas de comida de los trabajadores de la zona (entre 12:30 y 14:00). Es uno de sus lugares favoritos y se pueden formar colas que dan la vuelta al edificio. ¿Lo mejor? Ir antes o después.
💡Katz’s tiene dos lemas famosos: “Katz’s, that’s all”, que se puede ver en la fachada que no han tocado desde finales de los 40; y “Send a salami to your boy in the Army”, cuyo origen se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando su dueño entonces, tenía a sus tres hijos luchando. Hoy continúan con esta práctica y hacen envíos de su embutido (y de camisetas, gorras y delantales, de los que no sabemos muy bien la utilidad allí) a los soldados en el frente.
💡Es un icono, un emblema y NO PUEDEN DEJAR DE IR. Su historia lo merece, su pastrami lo merece!!!!!