Esta torta tiene 3 pasos. Es simple en ingredientes pues no lleva especias, ni mezclas raras ni nada. Es apta niños y de hecho fue hecha para ellos.
Todos sus sabores son exquisitos. Sin importar si tienen o no los moldes para hacerla. Que nada los detenga. Pueden combinar los 3 o simplemente uno y deleitarse. La idea es que jueguen y se animen a más.
Vamos con los procedimientos!!
Base de Crujiente de miel y maní. Streusel: Empezamos por incorporar en un bowl los 50 g de harina, 50 g de polvo de nuez (procesan 50 g de nuez con lo que puedan), 50 g de azúcar y 50 g de manteca fria en daditos. Mezclar bien todos los ingredientes hasta obtener una masa. Enfriarla en heladera hasta que endurezca. Luego, rallar la masa endurecida con un rallador grueso, esparcir sobre una placa y cocinar a 150 grados durante 20/25 minutos controlando bien la temperatura. Retirar del horno y dejar enfriar a temperatura ambiente.
Crujiente: Preparar el crujiente mezclando el streusel con los demás ingredientes. Esparcir uniformemente y compactar el crujiente sobre una placa dentro de un marco. Enfriar en heladera. Una vez frío cortar con cortante del tamaño de la base de la torta para armar el centro.
Mousse de Choco Negro. Hacemos una crema inglesa . Empezamos llevando a fuego la leche y parte del azúcar y mezclando las yemas con el resto del azúcar. Luego unimos una parte de la leche ya caliente con las yemas y azúcar, integramos y volcamos ésto sobre la leche para formar la crema inglesa. Volcamos la crema inglesa sobre el chocolate picado. Si vemos grumos pasamos la minipimer. Agregamos la gelatina ya hidratada (5 partes agua, 1 gelatina) y finalmente la crema batida a medio punto. Reservamos.
Crema Toffee. En una olla grandecita incorporar la crema, la leche, la mitad del azúcar y la ralladura de naranja. Calentar esta preparación hasta antes que entre en hervor. Por otro lado, en otra olla, caramelizar la otra mitad del azúcar en seco. Cuando el caramelo espume en los bordes y antes que empiece a largar olor a quemado agregar la preparación anterior e integrar bien. Es importante usar una olla grande pues si es pequeña y no se está canchero con la técnica puede desbordar por todos lados. En un bowl mezclar las yemas sin batir. Agregar ¼ de la preparación de la crema y caramelo y mezclar con batidor de mano hasta integrar. Volcar esta preparación en la primera e integrar ambas con batidor manual pero sin incorporar aire. Tener mucho cuidado con los grumos. La preparación debe ser cremosa y lisa, sin tropezones ni grumos. En el escenario que esto suceda, tamizar preparación. Finalmente, agregar la gelatina ya hidratada y entibiada. Colar y reservar con film de contacto.
Una vez que tenemos todos los pasos anteriores podemos montar una torta con un aro o con un molde, en un vaso o copa o como gusten. O hacerlo en un plato de postre dándole forma de quenelle a las mousses, poniendo migas del bizcocho de chocolate. Dejen volar la imaginación!!!!