La manzana. La fruta prohibida. La que mordió blancanieves. La que siempre está en la verdulería, la que nos ayuda cuando estamos mal de la panza. La manzana. Esa fruta tan versátil, fiel y rica que puede estar en nuestras mesas desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir. A toda hora y en todo lugar.
Este budín (o pueden montarlo como hice yo en un aro de 20 cm) es riquísimo, especiado, suave y húmedo. Y no requiere mayores dificultades.
LLeva manzanas, sidra, cardamomo, vainilla, ralladura de jengibre, huevos, harina, bicarbonato, azúcar, polvo de hornear, manteca y huevos.
Para la masa empezamos por hervir la Sidra hasta que reduzca a la mitad (aproximadamente esto les llevará unos 10 minutos a fuego medio). Apagamos el fuego y reservamos hasta que tome temperatura ambiente. Podemos para acelerar el proceso tener un bowl con hielo ya listo y poner encima el bowl con la sidra -esto ayudará el proceso de enfriado rápidamente-.
Cortamos las manzanas en cubitos -según el tamaño de los cubitos quedará más o menos visible en el resultado final, lo ideal es que no queden tan pequeños que se hagan puré, la gracia es que tenga textura- y los salteamos en la cucharada de manteca, la ralladura de jengibre y el cardamomo hasta que dore. Dejar enfriar. Batir la manteca con el azúcar hasta que no queden granitos de azúcar y agregamos los huevos y la esencia de vainilla.
Mezclar todos los secos y tamizarlos e agregando los secos al batido de azúcar, manteca y huevos, alternando con la Sidra. Pueden agregarle pasas de uva rubia también (unos 100 gr)
Volcar en un molde de Budín previamente enmantecado y enharinado -o sobre el aro montado sobre papel metálico también enmantecado y enharinado-
Espolvorear con azúcar. Si quieren, antes de espolvorear pueden separar finas rodajas de manzana y disponerlas por arriba del budín para darle presentación, sobre todo si lo van a hacer redondo, como en este caso.
Llevar a Horno a 180 Grados por 40 minutos aprox.
Opcional: Si quieren, ni bien sale del horno pueden pintar el budín con mermelada de damasco o cualquier mermelada que tengan (sin trozos de frutas) para darle brillo, sino queda hermoso con el efecto del azúcar pre cocción.
El budín queda húmedo y el aroma es espectacular. Va con una bocha de helado de vainilla, crema batida, helado de canela, con lo que más les guste!