Acá corrían con ventaja. Nada de lo que pueda hacer Martín Lukesch puede salir mal.
Así que ya fuimos a conocer la nueva versión de El Preferido de Palermo sabiendo que nada podía salir mal.
Llegamos y cola. Parece que todos estaban advertidos de que se comía muy bien allí.
A pesar de ello nos pusieron rápidamente en la lista de espera. Habremos aguardado alrededor de 20 minutos aproximadamente.
Mientras, los ojos se perdían en la cocina, mirando la celeridad del despacho. Todos tan tranquilos y a la vez tan vertiginoso todo. Pensar a Martín desde la tranquilidad de su Knock al vértigo del despacho del Preferido. Ni una mueca. Con la tranquilidad de siempre, pero versión a mil.
La brigada la trajo él, con lo que trabajan sabiendo desde el vamos que forman un buen equipo.
El ambiente es de bodegón, entrañable, con toda una gran barra con bancos y muchas mesas. Mientras esperamos, los aromas que van pasando a nuestro lado nos hacen decidir con anticipación lo que queremos comer.
Sin que fuera demasiado pesada la espera, no llevan a nuestra mesa. A esta altura prefería una barra para seguir pispeando la cocina, pero no hay que abusar de la buena suerte.
Al fondo del salón está la cámara con los embutidos de Guido Tassi. Martín nos contó que Guido supervisa y hace las recetas, pero la factura se hace toda en el restaurant. Todopor supuesto bajo el ojo avizor de Pablo Rivero.
Con la panera nos trajeron un salame de potro riquísimo.
Pedimos un poco de todo para probar, lo que terminó resultando en demasiada comida. Unos buñuelos de acelga y alioli como si fueran los de la abuelita y una tortilla entera (es individual) para comenzar. Y para seguir la morcilla casera (que hacen con 4 especias secretísimas) achicoria y huevo y unos gloriosísimos niños envueltos, muy diferentes a los que estamos acostumbrados (por suerte, je) que consistían en un bifecito de lomo enrollado cocinado muchas horas en salsa de tomates que se deshacía de lo tierno, con puré de papas. La Biblia. Punto.
De postre Zapallo de Angola en almíbar con queso Lincoln. Todo caserísimo.
El Preferido está abierto todos los días de 12 a 19. La cocina cierra a las 16 y después se puede tomar el té. Prontamente abrirán de noche también.
Vale la pena ir para mimarse un poco.
#EatGirlsOK te lo recomienda!
