Hace muy poco abrió Invernadero, un bar de gin y tapas.
Aprovechando el oasis donde está emplazada la Biblioteca Nacional, este espacio de disfrute y encuentro, se especializa en gin tirado.
Éste se produce especialmente para el bar, se lo almacena en barriles y se lo sirve tirado a través de canillas combinándolo con una tónica artesanal. Ofrecen una gran cantidad de gin tonics variando los botánicos. Además del gin propio en la carta hay una variedad muy grande de etiquetas de muy buena calidad. Todos los tragos llevan nombres literarios, haciendo honor al lugar de emplazamiento.
Tienen una carta de tapas corta pero interesante. Las porciones se asemejan más a raciones que a tapas. A modo de ejemplo con 3 tapas comimos dos personas. Tienen una carta de vinos breve también, pero interesante y sirven por copa y por botella.
La decoración está muy bien. Hay mesas individuales y mesas comunitarias y livings para compartir. Y lo más disfrutable, si las condiciones metereológicas los permiten, es el patio.
Probamos las croquetas, la tortilla, la tabla de jamón crudo y el postre de chocolate. Todo muy, muy bueno. El servicio impecable. Los mozos son jóvenes y están atentos a todo.
Tiene una demanda altísima, pese a que su capacidad es grande. Aconsejamos resevar.
Pero si van sin reserva, a hora pico, no creo que esperen más de 30 minutos. Abre todos los días de 8 am a 1 am. No hay excusas para no conocerlo!