Krishna – Para llenarse hasta el alma

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Malabia 1833, Caba

Según nos contaron, nuestro elegido de hoy nació en tiempos de crisis, precisamente con la del 2001 cuando Paulo Padma Russo -que venía del mundo editorial y artístico- le propuso a su esposa Alejandra -tampoco gastronómica- abrir el restaurant.

Ambos son cultores del movimiento de la conciencia de Krishna, donde la alimentación es fundamental para la evolución espiritual y Valentía mediante de en 2002 montaron su sueño en Palermo, un Palermo en ese entonces más oscuro y sin tanta oferta gastronómica.

Todo lo que se ofrece en Krishna es vegetariano y está preparado con buenas vibras, amor y devoción: Como una ofrenda a la deidad Krishna para que se espiritualice.

#Regla: “Ya que todo lo tomamos de Dios, debemos agradecerle el alimento que nos da”. Y así lo hacen.

En la Conciencia de Krishna a la comida ofrecida con amor al Señor se la conoce como «prasadam» que significa misericordia y, si se come sin ofrecerlo a Él, es un pecado, se ingiere karma.

Los Krishna llevan una vida vegetariana, sin carnes, pescados ni huevos y no consumen intoxicantes como drogas, alcohol o tabaco.

Tampoco consumen liláceas. Es que según el ayurveda, la ciencia médica clásica de la India, los alimentos se agrupan en tres categorías – sáttvica, rajásica y tamásica – alimentos en las modalidades de la bondad, la pasión y la ignorancia, y las cebollas y el ajo, y las otras liáceas se clasifican como rajásica y tamásica, lo que significa “que aumentan la pasión y la ignorancia”, nos explica Marcela, la genia de nuestra mesera.

Siendo la base de todos los guisados, sofritos y de casi todo lo rico que comemos parecería difícil cocinar sin liláceas pero no lo es. Usan asafétida en su reemplazo.

El asafétida o hinojo gigante vendría a ser la resina seca de las raíces de una planta herbácea que apesta -apesta con ganas- a azufre, pero después de calentarlo desaparece esa fragancia y su sabor es un poco parecido al de los puerros, las cebollas y el ajo.

#Dato: pueden conseguir asafétida en Secretos y Sabores de la India en Belgrano, Ciudad de la Paz 1739.

En Krishna todos los alimentos, vegetales, harinas, lácteos, especias y frutas son convertidos en Prasadam, palabra sánscrita que significa misericordia y que implica que, “tomar algo ofrendado a Dios limpia el corazón”.

#Ambiente El lugar está ambientado super zen en una antigua casa palermitana. En sus paredes cuelgan cuadros con imágenes religiosas, altares, esculturas y frases inspiradoras donde no falta la palabra AMOR. Hay mucho espejo, lamparas coloridas, velas, telas indias y colores. Mucho color, música inspiradora y a veces sahumerios.

Tienen dos salones a la derecha -otrora antiguas habitaciones- y un tercer salón en la entrada, al pie de la barra. La cocina es pequeña y tiene 2 partes: una tras la barra y otra junto al baño de damas.

No tienen mesas convencionales, son bajitas, y tampoco hay muchas sillas – las que hay también lo son. Es que en el perímetro de cada salón montaron bancos de concreto a los que les agregaron coloridos almohadones. Y el resto del mobiliario se ubica en función de los bancos.

Aunque seamos omnívoras, comamos liláceas y no le esquivemos al café del desayuno ni a un buen gin tonic con bayas de enebro y pepino, es imposible no sentarse en Krishna y respirar espiritualidad, paz, armonía y amor. Es imposible estar ahí y no evitar preguntar, mirar, admirar y agradecer.

Krishna es un lugar al que vuelvo una vez cada 3 o 4 meses y que me llena el cuerpo y el alma.

Me gusta sentarme, relajar…. ponerme almohadones encima, y como si estuviera en casa charlar, reir y olvidarme de todo.

#Pan Junto con el pan integral casero y la mayonesa de calabaza que te ofrecen al sentarte amo pedir su jarra de limonada con jengibre.

#LaCarta – No es rebuscada, es simple… pero tiene suficientes opciones, todas muy sabrosas y en base a vegetales, frutas, proteínas permitidas y legumbres. No hacen alta cocina, ni son un fine dining ni lo quieren ser. Lo que ofrecen claramente pasa por otro lado.

El uso de especias está muy presente en Krishna. Brillan los chutneys -que los hacen maravillosamente bien-, las albóndigas vegetarianas, la salsa de tomate, el tofu, el bife de seitán, los vegetales salteados. Son muy sabrosos los pakoras, el raitha, las papas gauranga y el curry de papas y arvejas al coco … Muy bueno el chapati también.

#Postres. Pocos pero ricos. Destacan el budín de calabaza, las bolitas de pasta de almendras y harina de garbanzos tostada, las bolitas de leche en polvo y pasas. No son un favorito pero también hay panqueques versión manzana y dulce de leche vegano.

#QuéTomo? No hay alcohol pero sirven jugos, limonada, aguas, lassi natural y de mango, gaseosas…

Hay opciones vegan.

#FinDeFiesta – Antes de irte te ofrecen un chai muy rico y podés ver los libros que exhiben en la entrada.

Krishna. Un lugar diferente donde te sentís en armonía, te vas en paz y con el espíritu y la panza llena. #Namasté

Krishna

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