Palacio Duhau – Park Hyatt

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011-5171-1234

Dónde |

Av. Alvear 1661, CABA, Argentina

 

 

El Palacio Duhau es una de las magníficas casonas que todavía quedan en la avenida Alvear, al lado de la Nunciatura.

Antiguamente había en este solar una gran residencia de dos plantas perteneciente a la familia de Teodoro de Bary. Había sido diseñada por el arquitecto Carlos Nordmann en 1898, y albergó en 1910 a la Infanta Isabel en su visita a Buenos Aires, con motivo de las festejos del centenario de la Revolución de Mayo.

Este primitivo edificio fue demolido y el terreno lo adquirieron los hermanos Luis y Alberto Duhau quienes encargaron al Arq. León Dourge, a principios de la década de 1930, el proyecto del actual edificio. El palacio responde a líneas neoclásicas de influencia francesa. Está absolutamente inspirado en el Château du Marais (en Le Val-Saint-Germain, cerca de París).

Su fachada académica organizada según un eje de simetría presenta tres cuerpos. El central, definido por cuatro columnas de doble altura que sostiene un frontis triangular, contiene el acceso al piso principal, ubicado en un nivel superior al que se llega por medio de dos escaleras. Los laterales son dos planos levemente retraídos con aventanamientos en los tres niveles, destacándose claramente los del piso principal por sus dimensiones y proporciones. El remate se materializa con una mansarda horadada por ventanas circulares.

En la residencia vivieron hasta hace poco tiempo los descendientes de la familia Duhau.

En la actualidad la propiedad fue comprada por un grupo inversor que encargó la construcción de un edificio que da a la calle Posadas y la refacción del Palacio para que funcione como un importante hotel cinco estrellas llamado Palacio Duhau – Park Hyatt Buenos Aires.

El mismo cuenta con 165 habitaciones y fue inaugurado el 12 de julio de 2006.

Dentro del hotel hay 3 restaurantes y un bar. El Restaurante Duhau & Vinoteca, ubicado en el Palacio, ofrece cocina argentina sofisticada, con productos frescos de estación y preparaciones al grill. Gioia Restaurante & Terrazas deleita con cocina italiana moderna. Piano Nobile ofrece un all day menu de cocina más rápida, por más que siga siendo sofisticada y un servicio de té completo con blends originales. El Oak Bar ofrece una amplia variedad de habanos cubanos y dominicanos así como una gran variedad de los mejores licores y cocteles de Buenos Aires.

Una de las particularidades de este hotel es la importancia que se le da al arte, ya que en el mismo se exhiben diversas obras entre las que se destacan La Ronda, de Guillermo Roux; Torso, del catalán Guerrero Medina; una pintura de Batlle Planas y una escultura de Bastón Díaz.

En esta oportunidad, aprovechando una tarde-noche espléndida fuimos al Piano Nóbile a tomar el té. Se puede pedir un té para dos, para uno o a la carta.
Pedimos el Té Piano Nóbile que es para dos. Incluye 1 scon dulce, 1 financier, 8 sandwiches de miga (dos de salmón, dos de berenjenas asadas, dos de jamón y queso y dos de queso azul), 4 cuadrados dulces, dos infusiones, dos aguas, dos copas de espumante.
La selección de tés es súper interesante signée par Inés Berton. Pedimos un Lapsang Souchong y un LA VIE EN VERT Durazno, ananá y flores con base de té verde exquisito.
Con respecto a lo salado: hubiéramos querido más bocados salados y menos dulces. Los sandwichitos eran muy pequeños y estaban un poco secos, quizás porque ya era tarde.
El scon y el financier estaban muy ricos. Igualmente es medio raro un scon para dos.
De los bocados dulces el cremoso de chocolate con avellanas y el profiterol relleno con crema de maracuyá, ananá confitado y chocolate blanco estaban increíbles. El de manzana tenía el caramelo amargo por sobrecocción. Y el carrot cake estaba muy bien.
Si bien no estuvo mal, por el precio que tiene creemos que debería ser más completo. Y que la copa de espumante sea opcional.

El servicio más que impecable. Todo, todo es hermoso. El edificio en sí es maravilloso, la cubertería de lujo, la atención amabilísima. La terraza invita a quedarse mucho tiempo. Una tarde plácida, en un marco espectacular. Para recordar.

 

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