Risotto de Morcilla y Cilantro – Explosiva combinación

Ingredientes

Arroz arborio o carnaroli
750 gr
Caldo de Pollo
1 un
Cebolla picada en brunoise
1 un
Morcilla -de buena calidad-
50 cm3
Queso parmesano rallado
40 gr
Manteca
25 gr
Cilantro fresco picado
c/n

Rinde |

4 porciones generosas

La palabra “risotto” viene de “riso”,  o sea arroz en italiano.

Es muy típico de las regiones del norte de Italia productoras de arroz (Piemonte, Lombardia, Veneto), aunque su consumo está extendido en toda Italia.

El risotto es un plato muy fácil de hacer si seguís de pie juntillas las indicaciones, y llevará siempre como ingredientes básicos el arroz y un caldo hirviendo que añadiremos poco a poco para cocinarlo.

El caldo lo podés hacer vos (lo ideal) o usar las pastillas típicas. No quedará igual pero es una opción válida.

La elección del tipo de arroz para el risotto será muy importante si buscamos lograr un risotto “al auténtico estilo italiano”. Recomendamos elegir el arroz de la variedad “arborio”.

Un risotto, además, llevará -casi siempre- un sofrito de cebolla (en aceite de oliva) que ayudará a realzar el sabor de los ingredientes elegidos para la receta y, el toque mágico para alcanzar la textura cremosa que caracteriza este plato lo aportará el revolver constantemente el arroz para que libere los almidones, un buen queso parmesano rallado y/o un toque de mantequilla al finalizar la cocción. Y voilá.

Para cuatro porciones vamos a precisar arroz arborio o carnaroli, caldo de pollo, cebolla, morcilla -de la buena-, vino blanco, un buen parmesano rallado, manteca y cilantro fresco. Imperdible.

Procedimiento:

Sofreímos, como en todo risotto para empezar,  la cebolla en un poco de oliva sin quemarla.

Agregamos el arroz para nacararlo junto a la cebolla y luego incorporamos el vino para desglasar. Dejamos evaporar y agregamos la morcilla sin la piel y cortada en cubos. Revolvemos.

Y  de a poco empezar a agregar el caldo hirviendo y  a medida que vamos perdiendo el liquido. Así hasta que el arroz esté en su punto (20 min. dependiendo del arroz). Con paciencia.  Agregar queso y manteca al final.

La morcilla se desintegrará y quedará cremosa, dará un interesante sabor y color y, cuando al final agregamos el queso y la manteca tendremos como resultante una textura sedosa, untuosa y brillosa.

Emplatar y servir con cilantro fresco.

Queda delicioso!!!

Háganlo y recuerden: la vida es más bella aun si comemos rico!

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