Madrid. Última planta del Corte Inglés de la coqueta calle Serrano. Ahí está EL.
David o Dabiz Muñoz. El transgresor. El diferente. El que se ha definido como un “tío tormentoso”, el que vive permanentemente creando e insatisfecho porque sabe que todo lo podría hacer mejor. Un talentoso que aún no ha llegado a los 40 (le falta poquito!). El que tiene una obsesión por hacer cosas únicas y necesita marcar tendencia en el mundo. Un sujeto a quien esta paranoia le exige una reinvención permanente, y el tipo que trabajando incesantemente lo ha logrado. Dabiz es único, distinto, diverso. Me encanta lo que hace y se nota, sigan leyendo pues!!
Ir a DiverXO era imposible, por tiempo, costos y todo lo demás. Preguntando y averiguando me dijeron: Andá de una a StreetXo. No sé cómo lo hace, StreetXo y DiverXo son absolutamente distintos en su propuesta, pero probás una y otra comida y zas, claramente se nota el sello, que es Dabiz quien está detrás.
Y allá fuimos. El StreeXo entonces vendría a ser la forma de conocer la esencia de la cocina de Muñoz que tenemos aquellos mortales que no podemos o no queremos pagar los aprox. 200€ que cuesta el menú de su restaurante DiverXo.
StreetXO surge en 2012 en la planta superior de El Corte Inglés del Callao, con low profile, y es en 2015 con la mudanza al Corte Inglés de Serrano que el proyecto StreetXo gana, y mucho, en espacio, clientela y en espectáculo.
No admiten reservas. Todos los días y noches hay fila para entrar y la gente espera entre 30 min y 1 hr o más para entrar. Pidan lugar en la barra, no lo duden. La experiencia se vive a pleno mirando desde la barra cómo trabaja esa brigada al son de la música que tocan y preparando cada plato como una obra de arte.
Claramente StreetXo es asiático, con toques españoles okey okey e impronunciables e inmemorizables ingredientes y platos, pero todo tan tan tan bien ejecutado y resuelto que podrías pasar horas mirando y probando sin preguntar que m…. te están dando.
Lo primero que me llamó la atención fueron sus impresionantes cocktails, el mío en particular vino presentado en una bolsa, SI, una bolsa transparente con una pajita negra y mil mini hielos. Lo miré de reojo como cuando me ofrecieron comprar chocolate en plena calle de Fez en Marruecos. Pero me atreví y probé el elixir de la felicidad hecho bolsa. Chau prejuicios, ya me veo tomando en frasquito, en mate, en copa con bombilla de metal…
Los camareros tienen chalecos de fuerza y todo es muy negro, rojo, power, radical y enérgico. Bien rock and roll (asiático). Tienen un Josper y una super parrilla y todo funciona a ritmo, con vehemencia y con pisada fuerte. Como a mí me gusta!
He leído que muchos han calificado la deco del StreetXo como «moderna y canalla» y AMÉ esa descripción. StreetXO pretende simular las barras de los mercados gastronómicos con más movimiento del mundo pero con el toque Dabiz.
Algunos platos emblemáticos han sobrevivido a aquella pequeña barra que abrió en el espacio Gourmet del Corte Inglés de Callao.
Recomendamos sin hesitar que prueben el Club Sandwich, uno de sus platos más icónico. Pero no se esperen un chegusán común y silvestre. El Club Sandwich de don Muñoz es un jugoso bollo al vapor con una mezcla que incluye ricota, huevo fritos de codorniz y sichimi-togarashi , una combinación recontra umami, con tantos matices y sabores que el paladar te queda dando vueltas sobre su eje: Picante, ácido, láctico, suave…
El Dumpling pekinés con oreja crujiente, hoisin de frutillas, alioli y pepinillo es una mega BOMBA. Es otro de los clásicos. Dabiz sabe como encontrar el equilibrio entre los polos opuestos. Yin y Yan en un bocado.
Aunque ella no me caiga del todo, amé las croquetas de “La pedroche”… Son básicamente GENIALES!. Tienen Kimchi –muy suavecito por suerte-, leche de oveja, atún y té lapsang souchoung. Una croqueta como Dios manda: Cremosa, crujientemente bien rebozada y con una lonja hermosa de atún por encima que aporta sabor y grasa equilibrando la fritura con el ahumado.
Si tienen suerte también podrán encontrar Nem Vietnamita de pato y sashimi tibio de gambas blancas con agridulce de chiles y alioli cremoso, Lasagna koreana de wontong, Saam de panceta ibérica a la brasa, condimento de mejillones escabechados, shitakes encurtidos, salsa shiracha y sálsa tártara, y Vaca vieja gallega con shitakes, tomates escabechados picantes, bechamel de cabra-cardamomo. Explosivo!
Les propongo tratar de memorizar los nombres de los platos y sus ingredientes. No pierdan tiempo. No lo van a lograr jajaja.
No se Uds, pero yo me transporté al sudeste asiático, a China y a Japón de un saque y por menos de 100 euros -dependiendo lo que coman-.
Llegamos a los postres y hay un helado que se las trae, que parece que lo tuvo a Dabiz un mes enterito probando mezclas.
Se llama Magnum. Si, Magnum. Tiene una cobertura de chocolate ruby, conocido como el cuarto chocolate con un sabor único que fusiona el dulzor y acidez de los frutos rotos, un punto de amargor y un característico color rosa viejo precioso, hilos finos de chocolate blanco, pétalos de rosa cristalizados, vainilla Magnum, crujiente de lima y Togarashi. Morir feliz, ESO.
Se las hago corta, si van a Madrid, no tienen prejuicios con la comida, les gusta el rock and roll y vivir la vida loca y felizmente: VAYAN y enjoy.
