Subar o MiBar o NuestroBar
Hay un lugar en Montevideo que es un secreto a voces. El que no lo escuchó nunca es porque anda medio dormido, medio distraido o es de los que cruza la calle mirando el celular y con los auriculares puestos.
Te lo digo una sola vez, bajito, para intentar que no escuches y no te comas la última porción de tarta de espinacas. De MI tarta de espinacas.
Mxxxxxxxxx y Jxxxxxxxxx.
No se entiende?
Mjhgdfjgdjga y Jaklsdfhfjkas!!!
Bueno, la cuestión es la siguiente: bar, esquina, hace muchos, muchísimos años. Atiende Pepe, cocina la mujer de Pepe, Lucy. Confieso que fui muchas veces y nunca la vi. Algún día, quizás, de refilón, cuando está entreabierta la puerta de la cocina.
Qué manos tiene la mujer de Pepe! Mágicas. Si estás triste y querés sentirte mimado, si estás contento y querés festejar, si extrañás a tu mamá o a tu abuela y querés volver a sentirte como en casa, éste es el lugar.
Siempre lleno, probablemente tengas que esperar. Lugar sencillo, con individuales de papel que te sacan, extrañamente, antes de comer el postre. Porciones grandes, para compartir. Comida casera. Rica, muy rica, de esas que te calientan el alma.
Yo voy por la tarta de espinacas. Siempre. Cuando no hay me quedo bajón todo el día. Tiene una masa riquísima que sobre la espinaca lleva un queso tipo requesón y arriba como un soufflé de queso. Muchas veces imitada, jamás igualada. Es exquisita. Creeme. Viene con una ensalada que podés combinar a tu gusto. Con una porción, comen dos. O pedís media porción y listo.
En la carta también hay sándwiches (el olímpico es genial), milanesas, pastas, costillitas. Todo abundante y de primera. Eso sí, no quieras cambiar la guarnición porque la respuesta es no.
Mi postre preferido es una tarta de manzanas. Fresca, con mucha fruta y una masa increíble.
Cierra temprano. Si planeás ir, llamalo a Pepe y pedile que te reserve una porción de tarta. Haceme caso. No te la podés perder.
Dale, si llegaste hasta acá, te doy la dirección.
